Es tu corazón contra el mio, es tu alma contra la mía, es tu amor contra el mio.
Ellos se veían en un bosque cerca de sus casas, pues sabían que sus familias eran rivales y sus amigos no lo permitirían ya que infringían la ley. Sus vidas se unían mediante risas, y conversaciones eternas, no se besaban pero sabían perfectamente que estarían para toda la vida unidos por algo eterno, indescifrable pero que hacia que sus cuerpos se estremecieran con solo escuchar su nombres. Sus vidas, su estabilidad corría riesgos, lo sabían mejor que nadie, pero cuando sus manos se entrelazaban, se sentían invencibles y que nada ni nadie podría terminar con eso.
Corrían, pues un demonio les seguía de cerca, les pisaba los talones, el final se les acercaba como nunca antes lo había echo, entre medio del bosque, que durante años lo contuvo, que fue cómplices de sus locuras, ahora se coludía con ese demonio que le seguía a las espaldas.
Tomó a uno y borró su memoria sus ojos se oscurecieron su piel se enegrecio, y todo rasgo se eliminó de su rostro. El Otro trata de recordarle todos los días lo que fueron, lo que son y lo que pudieron llegar a a ser, pues todavía cree que eso que los separo no es tan fuerte como eso que los unió en un principio, lucha y pelea contra quienes le quieres quietar el cuerpo de quien tanto ama, lucha porque eso que siente le da las fuerza y la valentía para enfrentarse a todo lo que se le pone en frente. Están perdidos, encerrados entre ese bosque que no los deja salir, son prisioneros de su propio juego, la cordura se desvanece y él se pierde entre sus recuerdos, ese camino de piedras que los llevaba a casa se hace eterno, lo caminan diariamente con el otro en los hombros, peros sus piernas se corrompen con el cansancio.
Están perdidos y no sabes como salir de ese lugar que en algún momento los hizo felices, no saben como librarse de su propia felicidad, no saben como volver a ser felices, y a recobrar todos esos momento que un demonio les arrebató de las manos.
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