De Anabel y Julieta

El llanto se hacia eterno entre las grietas de ese colegio.

 Lo que fuimos, lo que somos, y lo que seremos esta escrito en mis heridas.

Cuando...Cuando mi vida quería terminar abruptamente estas damas me apuntalaron, una vigilo mis sueños tras un intento frustrado por dejar de respirar, lloró conmigo por mi posible muerte, lloraba mientras me abrazaba y me pedía que no la dejara. Como escribí por ahí somos hermanos mas fuerte que de sangre, si no que de alma, con esto, con estos cortes, con ese sueño eterno, nuestras vidas se fundieron en gritos de esperanza. La siento parte de cada uno de mis respiro, la siento parte de cada célula, siempre estuvo conmigo incondicionalmente, pero ahora cada sentimiento se multiplicó por infinito. Me dio un vaso de agua me abrazó mientras limpiaba mis heridas, me tendió sobre su cama y mientras vigilaba que mi alma se despidiera de mi cuerpo, el nosotros se hacia uno.

Ella me saca de mi mundo, me saca de mi llanto,me aferro a ella la aprieto y cada sollozo, cada grito por ayuda ella lo guarda y lo elimina con una sonrisa. Me toma me pasea por el sendero de la vida, para que no caiga en la muerte, me reta, me pega, y me ruega que me quiera, que olvide todo, y que vuelva a ser el que era antes, ese imbécil alegre que difícilmente llegara, pero con su ayuda vuelve a ratos, toma mi mano cuando empiezo a caer en ese precipicio eterno, y me muestra que todo es mas fácil si sonrío

Nunca pensé que llegaría a eso, nunca pensé que estas doncellas me defenderían de todo mal, ni mucho menos que me demostrarían su amor, en cada pequeño gesto que enaltece mi alma y en cada respiro que doy a su lado las amo con mas fuerzas, por que tratan día a día de revivir este cuerpo desvanecido por esa enfermedad que me acongoja.

Aunque sus mundos sean diferentes, aunque pertenezcan a vidas totalmente en dirección opuestas , les doy infinitas gracias por salvarme, no de la muerte, si no que de esa vida que iba a tener.

Las Amo y no me canso de repetir, Gracias