viernes, octubre 29, 2010

De J para A.

.

Un sol de diluvio inundó el pasaje aquel.
Y sin más, lo efímero desaparece en ti, con tu inocencia, con tu simpatía, cinismo, egocentría, plasticidad, paranoia y amores normados (por ti mismo). Sin agotar cuerdas ni paciencia, anuncias mi nombre fuera de la reja, esperando alguna respuesta, una luz que comience a encenderse, una carcajada escandalosa, una frente abismante, un cuerpo tibio, alguna historia sin moral (esas, las de nosotros).
Te espero, no sólo por esperarte. Te espero, como he esperado por algo real toda mi vida. Y sí, digo, anuncio a todo un pueblo entero que encontré a quien tanto busqué. Encontré a un hombre libre, sin machismo, sin tapujos, que no me juzga, que guarda mis mayores secretos; me proteges, entiendes y demuestras/dices que me amas. Yo digo bien poco. Más bien te lo hago. O te lo hago leer. Te hago leer que te amo.


- ... Ráptame del fin ... -